Pues sí que podíamos, sí. Y aunque ya sabéis que a mí no me ha hecho falta verlo para creerlo, aquí en España hay más de un santo Tomás que quizás aun necesite tocar con sus propios dedos la copa.
No ha habido ni una sola competición, ya sea Eurocopa o Mundial, en la que no haya tenido la certeza de que podíamos ganarla. Porque, queridos amigos, no éramos tan malos como nos parecía... Y mira que lo parecía, porque los años que me han tocado vivir han sido duros. Yo, un fiel defensor del fútbol, he tenido que aguantar los palos desproporcionados que recibía la selección no sólo cuando perdía en cuartos, sino también cuando las selecciones hermanas de baloncesto y balonmano conquistaban importantísimos triunfos. De todos es sabido que las comparaciones son odiosas, y me hervía la sangre cuando salían en la televisión o en la radio los "expertos" que explicaban por qué en otros deportes se triunfaba y en el fútbol de selecciones no. Pues la razón es muy sencilla: SUERTE.
No voy a simplificarlo todo a esa "sencilla" variable, porque por supuesto el fútbol y cualquier otro deporte es mucho más que suerte. Pero, por poner un ejemplo, pensad qué hubiese sido de Argentina en el mundial de México'86 si el árbitro hubiese visto la flagrante mano de Maradona contra Inglaterra en cuartos de final. La línea entre el éxito y el fracaso, al menos en fútbol, es increíblemente delgada, e incluso el mejor futbolista de todos los tiempos necesitó de una pérdida momentánea de visión arbitral para encaminar el pase a la semifinal de un mundial nada menos.
Espero que con esta victoria de la selección empecemos a creer más en nosotros mismos y a ser menos pesimistas. No vamos a ganar ahora todo lo que se nos ponga por delante. ¡Quizás en cuartos del próximo mundial nos manden para casa! Quien sabe. Sólo espero que la increíblemente corta y sesgada memoria de esta nación (al menos en lo que a fútbol se refiere) no olvide tan fácilmente lo que el día de ayer logramos.
Señores (y señoras), ¿habéis visto el palmarés de la Eurocopa? Somos el segundo equipo de Europa que más veces ha sido campeón, sólo superados por Alemania que lo ha sido en tres ocasiones. Italia, nuestro "gran ogro", sólo ha ganado en una ocasión, y ciertamente Francia nos iguala con dos campeonatos, uno de ellos con victoria sobre nosotros en la final del 84, la del famoso gol de Arconada.
Os voy a dar más datos: a pesar de que "siempre nos echan en cuartos", somos el tercer equipo con más partidos jugados y el cuarto equipo con más puntos en una hipotética clasificación general de todos los partidos, sólo por detrás de Alemania, Países Bajos y Francia, respectivamente. Además, sólo la extinta Alemania y la extinta URSS han jugado más finales de Europeos que nosotros (6 y 4 respectivamente).
En conclusión, tenemos una deuda con los mundiales, donde ciertamente nuestra actuación deja mucho que desear de momento, y quizá no seamos nunca la mayor potencia futbolística del mundo, pero está claro que NO SOMOS TAN MALOS.
Por último felicitar a todos los españoles por el éxito conseguido y a los jugadores simplemente por hacer feliz a toda una nación. Anoche se hizo historia. Anoche se olvidaron muchas decepciones. Y anoche se saldaron muchas deudas, incluidas las más simbólicas, como la de ver a Palop con la camiseta que lució Arconada en la Euro de 1984 recibir la medalla de manos de Platini. Arconada, hoy puedes descansar tranquilo.