martes, 18 de diciembre de 2007

QUÉ BELLO ES VIVIR... ¡Y QUÉ DURO!

Los crispados discursos contemporáneos sobre la sociedad sin alma, la pérdida de valores o el olvido del ser alcanzan su momento álgido en Navidad y la insatisfacción es la reacción más general y espontanea. Seguro que cada uno tiene sus buenas razones. La verdad es que cuando a uno le toca elogiar al mundo, no siempre puede decir algo inteligente o sincero. Muchos de los intentos de aliviar la pena resultan ser patéticos, frívolos o simplemente frágiles.

Pero a pesar de que en la vida hay muchas desdichas, también hay momentos buenos para quien sabe buscarlos y eso me ha infundido la energía moral para abrir una nueva sección.

Esta nueva estancia del faro, a modo de pequeño jardín, sencillo, sin cursilerías, albergará aquellas cosas hechas a la medida del hombre que constituyen la “esencia oculta de los mortales”. No es que vayamos en este rincón a pedir a la realidad más de lo que nos puede ofrecer, sino que pretendemos obtener de ella más de lo que podríamos razonablemente esperar. También habrá espacio para el pesimismo, ya que aun el más atroz e irreparable, es siempre un estímulo para la inteligencia. Ayuda a intuir dónde están los límites de lo posible.

Y puesto que toda estancia que se precie necesita un manifiesto fundacional, aquí no vamos a ser menos:

Y aunque el hombre quiera huir de sí mismo
Como de cárcel que le odia y retiene
Hay no obstante en el mundo un gran milagro:
Yo siento que toda vida es vivida

~0~

…porque el estar aquí es mucho y porque, al parecer,
todo lo de aquí nos necesita, estas cosas efímeras que de un modo
tan extraño nos incumben. A nosotros, a los más efímeros. Cada cosa,
una vez, sólo una vez. Una vez y nada más. Y también nosotros
una vez, aunque no sea más que una sola:
haber sido terrenal no parece revocable.

Qué bello es vivir: De no haber nacido

Empezaré, como no podría ser de otra forma, con la película que da nombre a esta sección.

Solemos pensar que nuestras decisiones más meditadas son siempre las más acertadas, las que nos van a traer mejor fortuna. Al menos eso pensó la Nochevieja del año 1945 George Bailey, quien empozado, descubriendo el infierno en los demás y abandonando toda esperanza se dirigió a poner punto final lanzándose a las frías aguas. Pero nada es lo que parece… lo cierto es que la vida está llena de imponderables.

A menudo se le han regateado méritos por ingenua, popular y optimista. Sin embargo la obra de Capra no es sólo de una complejidad narrativa y temporal extraordinaria, sino también de una ambigüedad pavorosa puesto que no llega a aclarar los asuntos que toca tan importantes y graves como el ser y el no ser quien se es, la memoria como algo compartido y la posibilidad de no haber nacido. Pocas veces se ha visto un horror tan puro como el que pasa James Stewart en una más de las interpretaciones de su vida: el horror de ser negado por todos y oír una y otra vez en boca de los seres más queridos: “No, no eres tú, no eres nadie, no te conozco…”

Los secundarios son de lujo: Donna Reed, Lionel Barrymore, Thomas Mitchell, Henry Travers, Gloria Grahanne y el resultado es una obra maestra imprescindible.

Su estreno estuvo próximo al fracaso: los espectadores la encontraron excesivamente pesimista y salían de las salas contrariados y turbados y pensando en sus vidas, inquietos y desazonados por el abismo a que el creador, sin ningún aspaviento, los había llevado a asomarse, y aún peor, a mirarse.

Vosotros no lo dudéis, por favor haceros con una copia y vedla, sin disimular alguna furtiva lágrima, fuertemente agarrados a alguien querido, si tenéis la suerte de tenerlo a lado. Al fin y al cabo, Dios está en los detalles…


viernes, 14 de diciembre de 2007

HOSPITAL: MUNDO PARALELO (Nº 2)

¿Qué convierte a una guardia en mala o en buena? Hace 3 meses.

Hoy toca guardia en box de camillas. Eso quiere decir que tienes en tu bolsillo una moneda. La cara consiste en que no vas a estar de arriba abajo sin parar, que no vas a estar en tira y afloja constante con los familiares y pacientes, y en fin, que vas a poder estar sentadito muchas horas. La cruz es que la gente va a venir muy malita, y que se te puede quedar ahí mismo, a veces de manera inevitable y otras veces como no estés pendiente.

Hoy viene bastante gente, bastante malita. La guardia está resultando mala. Y la puñetera ecografía de JV que no viene…

- Voy un momento a puerta, a ver si es que la han dejado ahí por error – le comento a mi adjunta, que me responde con un “Vale” de aprobación. No puedo evitar sentir cierto bienestar por demostrar que tengo algo de iniciativa propia ante un adjunto. En el futuro, esa sensación irá apareciendo cada vez con acciones progresivamente más complicadas y responsables, y no por tonterías como ésta.

Abro las puertas de plástico transparente, y por unos segundos me sumerjo en el pequeño infierno del mundo semirreal. Pero vuelvo a sentirme bien, esta vez contento con el azar, que me ha desterrado de ese lugar por un día y me ha asignado a un submundo más llevadero. Me acerco al cajetín de las pruebas de Radiología, y nada, no está. Tendré que pasarme en persona por Rayos. Es entonces cuando de vuelta, una voz desconocida me llama:

- ¡Hola, doctor!

Me giro, extrañado, y me encuentro a una viejecita de pie, toda sonriente, mirándome… Me suena de algo.

- Usted me suena – se adelanta ella.

- Usted también me suena… ¿pero de qué? – Como respuesta, me señala a un anciano sentado cerca:

- Es mi marido. Vengo con él, que está malo. Usted nos atendió hace tiempo, que vinimos, ¿verdad?

- ¡Ah! Ahora sí – exclamo al reconocer súbitamente al hombre – ¿Qué tal?

- Pues bien. Es que le he visto, y me he dicho “éste yo creo que es el que nos atendió la última vez”, y es que tenía que saludarlo. ¡Nos alegramos mucho! ¿Qué tal le va?

- Pues… bien… ¡muchas gracias! – Mientras me asombro, voy haciendo un esfuerzo por saber de qué narices atendí a este hombre… ¡Ya está! Está operado de cáncer de colon. Vino por una rectorragia la otra vez, o quizás por un problema urinario.

- Nada, claro. Es que me alegro mucho de verle. Me había parecido reconocerle, y me he dicho: “Tengo que saludarle”. Pues me alegro mucho de que le vaya bien.

- Hombre… Pues yo también. Espero verles p… no les voy a decir que a ver si nos vemos otra vez por aquí, pero bueno…

- No, claro, claro, pero nos hemos entendido… - Un pequeño silencio de sonrisa mutua prologa al final -

- Adiós.

- Adiós – responden tanto ella como él sin haber perdido la sonrisa ni la cara de ilusión en ningún momento.

No se puede describir con palabras qué es lo que una experiencia como ésa le infunde a uno. Estás currando en una desagradable guardia, y de repente te encuentras a alguien bien jodido que se alegra de verte y está radiante, y deseoso de saludarte y desearte lo mejor sólo porque en algún momento que ya no recuerdas con claridad, hiciste lo mismo que el resto de compañeros de profesión, y lo mismo que al resto de pacientes. Juro solemnemente que no traté de manera especial a esos ancianos cuando vinieron la otra ocasión. De hecho, creo que ni siquiera pude darles ninguna solución.

Esta noche está siendo un caos. Ya se han muerto dos, y rodeados de terribles y dramáticas circunstancias, se lo puedo asegurar. Pero ¿a mí? A mí me da igual. Para mi es una buena guardia. Todo lo que ocurra ya tiene sentido. Mi corazón lo tiñe todo de un color agradable.

jueves, 13 de diciembre de 2007

NOTICIAS CURIOSAS: EL ROEDOR DEL DESIERTO

Dada la entrada anterior del tarsio que todo lo ve, aprovecho para añadir el vídeo del ratón-canguro, especie curiosa. Se trata de un personajillo diminuto que anda por ahí pegando brincos y que no me extrañaría que algún niño lo quisiera como mascota.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

DIARIO DE UN BECARIO UNIVERSITARIO

Creo que en esta entrada de mi particular apartado dedicado a la ciencia sobran las palabras, especialmente si tenemos en cuenta que no soy un experto en esta materia. Básicamente, se trata de un estudio de la Universidad de Kioto que demuestra que los chimpancés jóvenes tienen una capacidad de recordar números superior a la de los humanos.

Me parece un video muy curioso y que nos puede valer como cura de humildad cuando nos sentimos superiores en todo a cualquier especie.

Para más información: http://www.elpais.com/articulo/sociedad/chimpances/superan/humanos/recuerdo/numerico/elpepusoc/20071203elpepusoc_6/Tes

lunes, 3 de diciembre de 2007

UNA BOYA EN EL MAR (Aforismos)

En la última semana hemos podido ver un anuncio de Repsol en el que una voz recita unos graves e imponentes versos, y aparecen imágenes de Dani Pedrosa y 'Nani' Roma. Pues bien, esas palabras vienen de Rudyard Kipling, el mismísimo autor de El libro de la selva. Es un poema emocionante que revela una gran sabiduría, al igual que algunas otras de sus creaciones. Lo escribió, efectivamente, para su hijo y su título original es “If”. Aquí lo tenéis para saborearlo con tranquilidad, en versión alterada para adaptar rimas, y también en versión más literal. Ésta es la boya-joya de este mes:


Sí...

Si puedes mantener intacta tu firmeza
cuando todos vacilan a tu alrededor

Si cuando todos dudan, fías en tu valor
y al mismo tiempo sabes exaltar su flaqueza

Si sabes esperar y a tu afán poner brida
O blanco de mentiras esgrimir la verdad
O siendo odiado, al odio no le das cabida
y ni ensalzas tu juicio ni ostentas tu bondad

Si sueñas, pero el sueño no se vuelve tu rey
Si piensas y el pensar no mengua tus ardores
Si el triunfo y el desastre no te imponen su ley
y los tratas lo mismo como dos impostores.

Si puedes soportan que tu frase sincera
sea trampa de necios en boca de malvados.
O mirar hecha trizas tu adora quimera
y tornar a forjarla con útiles mellados.

Si todas tu ganancias poniendo en un montón
las arriesgas osado en un golpe de azar

y las pierdes, y luego con bravo corazón
sin hablar de tus perdidas, vuelves a comenzar.

Si puedes mantener en la ruda pelea
alerta el pensamiento y el músculo tirante
para emplearlo cuando en ti todo flaquea
menos la voluntad que te dice adelante.

Si entre la turba das a la virtud abrigo
Si no pueden herirte ni amigo ni enemigo
Si marchando con reyes del orgullo has triunfado
Si eres bueno con todos pero no demasiado

Y si puedes llenar el preciso minuto
en sesenta segundos de un esfuerzo supremo
tuya es la tierra y todo lo que en ella habita
y lo que es más serás hombre hijo mío....

Rudyard Kipling


Si…

Si la obra de tu vida puedes ver destrozada
y sin decir palabra, volverla a comenzar;
o perder en un día la ganancia de ciento

sin un gesto ni un suspiro...

Si puedes ser amante y no estar loco de amor,
si consigues ser fuerte sin dejar de ser tierno,
y sintiéndote odiado, sin odiar a tu vez,
luchar y defenderte...

Si puedes soportar que falseen tus palabras
los pícaros para excitar a los tontos:

y oir cómo sus lenguas falaces te calumnian
sin que tú mismo mientas...

Si puedes seguir digno aunque seas popular;
si consigues ser pueblo y dar consejo a los reyes;
y a todos tus amigos amar como a un hermano
sin que ninguno te absorba...

Si sabes meditar, observar, conocer,
sin llegar a ser nunca destructor o escéptico;
soñar, mas no dejar que el sueño te domine;
pensar, sin ser sólo un pensador...

Si puedes ser severo sin llegar a la cólera;
si puedes ser audaz sin pecar de imprudente;
si consigues ser bueno y logras ser un sabio
sin ser moral ni pedante...


Si alcanzas el triunfo después de la derrota
y acoges con igual calma esas dos mentiras;
si puedes conservar tu valor, tu cabeza
cuando la pierdan otros...

Entonces, los Reyes, los Dioses, la Suerte y la Victoria
serán ya para siempre tus sumisos esclavos

y, lo que vale más que la Gloria y los Reyes:
serás Hombre, hijo mío.

Rudyard Kipling