Partidismo... de fútbol.
"¿Y tú de qué equipo eres?". "Yo del Barça"; "Yo del Madrid"; "Yo del Betis"...
Lo mismo parece que nos ocurre con otro tipo de equipos... ni más ni menos que con los partidos políticos. En estas fechas en las que comienza la campaña electoral para las municipales y autonómicas, no puede sino venirme a la mente esta reflexión más que nunca. Máxime cuando ya estamos bastante sumergidos en el ambiente electoral debido a los precedentes en Francia, y a la reciente retirada oficial de Tony Blair como candidato laborista a primer ministro. Aquí ya ha empezado la maratón de los líderes correspondientes para acabar de captar los votos indecisos y para subir el ego de los que ya saben a quién votarán. La gran mayoría de los indecisos se fijarán en aspectos fundamentales para el futuro bienestar de su país y el mundo, como lo bonito y contundente que les hablen, lo bien o mal que les caigan, etc. (fundamental, por lo tanto, acudir a los mítines). La mayoría de los "decisos" ya saben a quién votarán. Para ello no les hará falta ni conocer el programa político, ni analizar las actuaciones previas con un espíritu crítico. De hecho, ni siquiera necesitarán recordar qué se ha hecho y dicho antes, no sea que en algún momento entre en conflicto con otras actuaciones o aserciones. Sólo el bloque mediático que mejor se adapte a lo que desean oír y alguna que otra conversación ergogénica con una persona afín en ideas. Por supuesto, también puede ayudar alguna discusión con alguien contrario en ideas, a ver quién de los dos tiene la razón absoluta.
¿Que de qué tendencia soy? Yo soy de arribas, y me siento orgulloso de ello. Podría decirse que los arribistas son "los buenos", y comparten unos valores que, obviamente, los abajistas no, que son unos resentidos. Los míos son la alternativa más válida porque son los más humanitarios, o los más realistas, o los que se ocupan de los problemas de la calle, o lo que sea. Además, sólo cabe una clasificación en todo esto, aunque se aceptan grados: o eres de arribas o eres de abajos, con todo lo que ello implica. De modo que si criticas cosas de abajos, eso es porque eres de arribas y viceversa. Y lo que es más, existen ciertas modas y actividades casi reservados a la tendencia política a la que se pertenezca. No se me ocurre violar esos tabúes.
Deberíamos tener muy claras dos cosas. La primera: la política per se es un juego, o al menos, en eso suele quedar convertida. La segunda: como decía hace poco un amigo, los gobiernos - y hoy en día más que nunca - son órganos técnicos de gestión y dirección. Un partido político no es un equipo de fútbol.
PD: Aunque no soy muy partidario de las ideologías formales, quizás resulte interesante el link que hace algunos meses me pasó Alfonso. Nótese que se use el eje que se use en una clasificación ideológica (X, Y o Z), el centro sigue siendo el centro.
domingo, 13 de mayo de 2007
REFLEXO-LOGOS
Publicado por CFC a las 7:26 p. m.
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