Es impresionante ver a un músico cuando toca (sobre todo a un gran maestro). En esos momentos, el músico vive la música; el músico ES la música por unos instantes. Eso, señoras y señores, eso es meditación. Es una práctica contemplativa.
Con Gould resulta curioso. En sus grabaciones se le puede oir tararear la melodía que está tocando. Para muchos esto resulta una más de sus excentricidades, claro que especialmente irritante, pero yo creo que en parte es dar un paso más en el poder evocador que tiene la música, al igual que lo tiene los olores o los sabores. He leido que Gould pudo haber sufrido el síndrome de Asperger. Quién sabe si esto no le ayudaría a sintonizar con el silencio final.
Bienvenidos. Este blog pretende ser un espacio creativo común para una serie -creciente- de personas creativas.
Aunque todavía estamos en pañales, aquí se va a intentar verter conocimiento (lo de la sabiduría ya es otro cantar) y también muchas de nuestras reflexiones, para que todo ello difunda y contribuya a iluminar el entendimiento de navegantes de paso. Por supuesto, no faltarán las anécdotas graciosas y mucho humor.
2 comentarios:
Es impresionante ver a un músico cuando toca (sobre todo a un gran maestro). En esos momentos, el músico vive la música; el músico ES la música por unos instantes. Eso, señoras y señores, eso es meditación. Es una práctica contemplativa.
Con Gould resulta curioso. En sus grabaciones se le puede oir tararear la melodía que está tocando. Para muchos esto resulta una más de sus excentricidades, claro que especialmente irritante, pero yo creo que en parte es dar un paso más en el poder evocador que tiene la música, al igual que lo tiene los olores o los sabores. He leido que Gould pudo haber sufrido el síndrome de Asperger. Quién sabe si esto no le ayudaría a sintonizar con el silencio final.
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