Creo sinceramente que éste es el mejor discurso que jamás he oído, y difícilmente dejará de serlo. Rara vez unas palabras son capaces de penetrar hasta la más sutil de nuestras inteligencias para resonar emocionalmente como una marea imparable que sale de nuevo arrastrándolo todo hacia afuera, como si de la más grandiosa de las músicas, esculturas o pinturas se tratase. Viva Charles Chaplin. Noble por mucho tiempo sea el cometido de los humoristas...
martes, 3 de junio de 2008
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1 comentario:
amen
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