lunes, 28 de enero de 2008

REFLEXO-LOGOS: LA VOLUNTAD DE SENTIDO

Quien quiera conocer el sentido de la vida, que vea a Monty Python… o lea a Frankl.

Humilde servidor de Vds. ha leído hace poco un libro famoso de un hombre importante: “El hombre en busca de sentido”, de Victor Frankl. Lo cierto es que se trata de un libro extremadamente interesante, pues no sólo relata sus vicisitudes y penurias en los campos de concentración nazis, sino que como psiquiatra, aporta un análisis psicológico de los comportamientos que allí se dieron. Todo al tiempo que va desarrollando las pinceladas que definen el boceto, el chasis de su teoría: la Logoterapia. Respecto de las psicoterapias, la que más ha trascendido a la opinión pública es el Psicoanálisis de Freud. Esto por dos motivos fundamentales: Uno, que representó en su momento una gran revolución que ha forjado las bases de muchas cosas que hoy se dan por sentadas en la psicología y psiquiatría modernas, y esto tiene su mérito. El otro motivo es sencillamente, lo morbosillo de muchas de sus asunciones. Pero hoy día ya ha llovido mucho desde entonces. Desde luego, no es la única escuela, y mucho menos, la única válida. Únicamente en la tradición filosófica de Viena, tenemos tres teorías que, aunque no se sustituyen mutuamente, sí que se van superando una a la otra:

  • En primer lugar, la denominada Primera fuerza de la psicoterapia, de Sigmund Freud, cuyo paradigma puede definirse como “La voluntad de placer”.
  • Posteriormente, la Segunda fuerza, enfatizada por Alfred Adler, que representaría “La voluntad de poder”.
  • Finalmente, la Tercera fuerza, definida por Frankl y resumida por “La voluntad de sentido”.

Es decir, a los grandes pensadores vieneses de la psicología les costó muchas décadas el llegar a la conclusión de que lo que realmente más importa en la vida del ser humano no es la mera satisfacción de sus pulsiones inconscientes, ni de poder hacer lo que le dé la real gana, sino que lo que nos define como humanos y lo que de verdad necesitamos para vivir con un mínimo de gracia es encontrarle un sentido a la vida que vivimos.

Frankl es uno de los padres de la psicología humanista, y eso es sencillamente genial. He elegido un pequeño fragmento del libro que les mencioné, justamente el último párrafo de toda la obra. En él uno encuentra crítica a la razón pura, crítica a la medicina deshumanizada, y azicate para la vida. Todo depende de la lente con que lo miremos. Quizás esta pieza debería incluirse en el próximo “QUÉ BELLO ES VIVIR” de Alfonso. ¡Aprended a vivir!

“LA PSIQUIATRÍA REHUMANIZADA

Durante demasiado tiempo – medio siglo – la psiquiatría intentó interpretar la mente humana como un simple mecanismo y, en consecuencia, la terapia de la enfermedad mental como una mera técnica. En mi opinión ese sueño ha tocado a su fin. En los nuevos horizontes aparece una psiquiatría humanizada, frente a los rancios cuadros de una medicina psicologizada.

Si algunos médicos persisten en desempeñar su principal papel clínico únicamente como técnicos, han de reconocer que estudian a sus pacientes como máquinas, prescindiendo del ser humano que se esconde detrás de la enfermedad.

El ser humano no es un objeto más entre otros objetos; las cosas se determinan unas a otras, pero el hombre, en última instancia, es su propio determinante. Lo que alcance a ser – considerando el realismo de la limitación de sus capacidades y su entorno – lo ha de construir por sí mismo. En los campos de concentración, en aquél laboratorio vivo, en aquel banco de pruebas, comprobamos y fuimos testigos de la actitud de nuestros camaradas: mientras unos actuaron como cerdos otros se comportaron como santos. El hombre goza de ambas potencialidades: de sus decisiones, y no tanto de las condiciones, según cuál de las dos pone en juego.

Nuestra generación es muy realista pues, después de todo, hemos llegado a conocer al hombre en estado puro: el hombre es ese ser capaz de inventar las cámaras de gas de Auschwitz, pero también es el ser que ha entrado en esas mismas cámaras con la cabeza erguida y el Padrenuestro o el Shemá Israel en los labios.”

Frankl

1 comentario:

alberto dijo...

Realmente interesante. Andaba yo preguntadome sobre el tema y fijate tu por donde me sales con esta entrada!