Las nuevas ideas de Niño Johnson
Son las 12 de la mañana y hoy, gracias a Dios, no he tenido que madrugar. Como contrapartida he tenido que aguantar las continuas incursiones a mi lado derecho de la cama llevadas a cabo por mi inseperable compañero, el cual parece convertirse en una lagartija epiléptica e hiperactiva cuando está dormido. Por este motivo me he despertado por segundo día consecutivo en el filo del colchón, a una distancia de poco más de medio metro del suelo, altura insuficiente como para partirse la crisma pero que a uno se le hace un abismo cuando se mira así recien despertado.
Por cierto que la presentación del póster se llevó a cabo sin ninguna incidencia. Tres preguntas, dos de ellas en castellano (un español y un chileno) y otra en inglés afrancesado. Ésta última, además, si bien no andaba ausente de razón sí podría haber sido menos incisiva y directa donde más duele: "¿Y eso qué tiene que ver con el motivo del congreso?". Supongo que esa pregunta deberían responderla los organizadores que me aceptaron el artículo.
No obstante, el hecho de permanecer de pie en una habitación durante hora y media, rodeado de importantes ingenieros y comiendo ensaimadas de chocolate a dos carrillos, ha generado una serie de conexiones neuronales en mi cabeza que han dado como fruto la culminación de nuevas ideas y proyectos. Tiembla Rodrigator. De momento te has negado rotundamente a aceptar el Proyecto Polideportivo, además de sabotear y desestabilizar mi campaña en favor del Proyecto Nevera. Pues yo digo: ¡Ya está bien! No sólo acabarás claudicando ante mis democráticas propuestas para una vida más justa (reciclaje del hielo para los botellones y poder jugar al baloncesto aunque Alberto se presente en España bailando la danza de la lluvia en taparrabos) sino que también asumirás la inevitable implantación de mis nuevas ideas para un mundo mejor.
Un saludo de vuestro exiliado amigo.
¡Hasta la próxima camaradas!
No hay comentarios:
Publicar un comentario